Hay dentro de mí una desesperación:
mirarte es desesperación, sentirte es desesperación...
Todo en mi es desesperación.
Todo en mi es desesperación.
Tu presencia,
curiosa y sigilosa, sutilmente me invade...
Estás ahí, y aunque mi ojos no te tengan cerca,
mi ser te respira y te llama.
Donde quiera que esté,
que vos estés,
que vos estés,
mi corazón va a latir desaforadamente.
Y voy a ser feliz
de tenerte en ese latir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario