miércoles, 11 de abril de 2012

Re...apareciendo

 Con la mudanza de mi papá, en mi casa se están revolviendo cosas archivadas y viejas, de la época de mi infancia. Mi papá, en su afán acumulador, niega tirar esas cosas que van apareciendo (o reapareciendo)…Entre las cosas reaparecidas (juguetes, libritos, barbies, y fotos) nos encontramos con una agendita que seguramente me habrían regalado en algún cumpleaños... (Cuando un compañero de la primaria cumplía años: si era nena se acostumbraba regalarles una de esas agendas con candado y si era varón, una colonia “Pibe’s” o alguna cosa estilo“Power Rangers”).
 No me acordaba de la agenda, era una de las tantas que me habían regalado, pero cuando la leí me acordé inmediatamente de cada cosa que había puesto...Era del '96 o de antes, porque tenía un dibujo hecho de cuando tenía cinco años. También había cosas que escribí a los ocho y a los once…Probablemente fue reaparecida varias veces.
 Mientras daba vuelta las páginas de colores con perfume, encontré un dibujo que llamé “El paraíso”, dónde me había dibujado a mí con toda mi familia, las mascotas de mi familia y  varios animales. Los dibujos eran muy chistosos, todos estábamos sonriéndo exageradamente y abrazados.
 Cuando era chica iba al jardín “Crecer”, un jardín muy lindo, privado, que tenía un convenio con los empleados de la legislatura, por lo que a mi papá le costaba más barato. Estaba  ubicado frente al Teatro Argentino de La Plata . Había un montón de juegos, de todo tipo. Tengo muy lindos recuerdos; nos la pasábamos jugando , adentro y en el patio, y lo mejor de todo era el momento de plástica.
 Hoy ahí mismo está funcionando “Platea 10” y un estacionamiento.
 Mi primaria la hice en la escuela pública Nº1 Francisco A. Berra, y luego la secundaria, en el "gran Colegio Nacional" (CNLP), también público.
¿Qué tendrían en común esas escuelas?
  Eran laicas…Siendo hija de padres ateos, yo nunca había sido bautizada, ni nunca había tomado la comunión; un par de veces solamente había ido antes a una iglesia…Sin embargo, yo creía en Dios (con mi poco conocimiento sobre él) y quería bautizarme como habían hecho los demás que también creían.

 Con esa idea de bautizarme en mente, pensaba que mis papás no iban a dejarme hacerlo, pero igual les pregunté si podía.Cuando lo hice, me dijeron que sí, sin problemas. Y así fue, a los once me bauticé en la iglesia de Lourdes.
 Por algún motivo me acuerdo que tuve que tomar unas clases de catequesis, pero fueron pocas, máximo tres.
 La mujer que me dio las clases nunca me cayó muy bien. Tenía el pelo bien corto como un varón y era muy seria. No me dejaba criticar nada de lo que me parecía injusto o poco creíble de la Biblia ( lo cual me daba bastante bronca). Me planteaba que si creía en Dios, tenía que creer en todo.
Mis papás, en su ignorancia religiosa, le preguntaron cuánto tenían que pagarle y ella se ofendió.
 Sin que las clases cambien mucho mi paradigma, la  religión para mí significaba un amigo al que podías llamar juntando las manos y que siempre te iba a escuchar y a entender, incluso cuando nadie más lo hiciera. Todo lo demás me parecía exagerado.

En el anotador también había escrito un cuento llamado “Mi pobre distraído”, con una historia muy parecida a la famosa película “Mi pobre angelito”; sólo que en vez de quedarse sólo en casa, mi personaje llamado “Junior Miredy” se quedaba sólo en la ciudad...Tenía un prólogo, tres capítulos y algunas ilustraciones (muy graciosas).

 Además encontré frases y notificaciones como:




“Araceli: El lunes en mi colegio “ahy” entrega de “bolentin” y el lunes mi mamá va a pasarlo a buscar” (Año '97)

Y otras más que no tienen fecha, pero calculo que son del '99:

“Querido anotador: Acordate de practicar para el viernes las tres cuentitas”
“Querido anotador: Acordate de llevar mañana el compact de chiquititas a la escuela"
“Querido anotador: Hoy va a ser el cumpleaños del chico que me gusta y me voy a poner mi vestido preferido"

  
 Y una vez más, reaparezco en cada cosa que escribí, acordándome de cada una;
 del chico que me gustaba, de mi vestido y de su cumpleaños; 
del día en que llevé el compact a la escuela y  reaparezco también en un vago recuerdo de haber escrito sobre “tres cuentitas”...

 Encontré además del año 2002, una tarea de la escuela. Esta consistía en llevar a una excursión del museo un anotador y anotar todo lo que pudiéramos…Anoté absolutamente todo; por ejemplo, que me sentía "adentro del dinosaurio", que me parecía extraordinario cómo hicieron los tigres de la entrada, que me había parecido una experiencia hermosa y hasta tuvo su mención el guía de la excursión, Omar…

  Increíble lo que nos reímos con mi familia cuando se los mostré...

  Me quedo con esa sensación de vivir viejos momentos una vez más.



miércoles, 11 de abirl de 2012